Big Data y su utilización para el análisis del discurso político de los actores y el desarrollo heurístico de estrategias de comunicación política.
La vida política venezolana de este siglo se ha encontrado con muchos retos que la han obligado a irse adaptando a cada nuevo escenario que aparece. Sin embargo, aún está siendo manejada con herramientas atrasadas que no permiten una medición de la temperatura electoral en tiempo real y dejan de lado a muchos grupos que son determinantes para esclarecer cuál es la realidad política y cuál es la percepción que el ciudadano tiene de ello, generando lo que, tal vez, sea la razón de la gran desconexión que siente parte de la población con la línea principal de discurso de los actores políticos del país.
Ahora bien, para darle luz a este análisis se debe determinar el concepto de Big Data. Este se popularizó desde el año 1990 y se utiliza desde entonces para definir cantidades masivas de datos mayores a las que las herramientas comunes nos permiten analizar. Actualmente, es utilizada para poder tomar decisiones en tiempo real no solo en el ámbito político, sino en muchas otras áreas de la vida pública y privada.
La Big Data es usada en la toma de decisiones en el mundo entero a la hora de desarrollar decisiones políticas. Pero, en el caso de Venezuela –como en muchos otros temas–, la inversión en tecnología ha hecho que el desarrollo en esta área haya quedado relegado y, como se demostrará en el siguiente estudio, esta realidad ha impactado mucho más a los civiles y sus organismos o instituciones que lo que ha afectado al gobierno, el cual –se logró identificar– ha mostrado indicios de estar aplicando estrategias de comunicación política y control de los espacios en el entorno digital, cosa que solo podría ser realizada teniendo acceso a esta tecnología.
Para el estudio se decidió identificar tres grupos principales de actores políticos, los cuales dividimos en: a) portadores de discurso oficial, b) portadores de discurso de oposición y c) no alineados. De cada grupo se seleccionaron nueve representantes.
Posteriormente, se procedió a extraer sus interacciones en Twitter desde el 04 de febrero de 2020 hasta el 13 de febrero del mismo año, de las cuales se recolectaron 3.174 puntos de data donde 68,2% es dominado por el sector oficialista, mientras que el discurso de oposición solo representa 26,5%, dejando un restante de 5,3% que está dividido entre los sectores no alineados o independientes.
“La Big Data es usada en la toma de decisiones en el mundo entero a la hora de desarrollar decisiones políticas. Pero, en el caso de Venezuela, la inversión en tecnología ha hecho que el desarrollo en esta área haya quedado relegado”
Una de las primeras inconsistencias se encontró al observar que el mayor nivel de datos de entrada lo reciben Nicolás Maduro y Juan Guaidó, por una diferencia favorable a este primero de solo una interacción, cosa que –para un grupo que está controlando el 68,2% del espacio comunicacional en la red– es negativa, ya que denota que le está dando visibilidad a su principal oponente, lo cual es algo completamente contrario a lo que se le recomendaría a un político en materia de marketing político.
Es aún más interesante si se enfoca el análisis, ya que si se ve el día 12 de febrero, las interacciones a Juan Guaidó eran superiores a las de Nicolás Maduro, justo cuando este primero estaba recibiendo la mayor cantidad de tráfico de información a su favor lo que demuestra que el bloque oficialista utiliza su capacidad mediática para enlazar sus temas y su agenda utilizando palabras clave para colarse en la discusión y no ceder espacios en el espectro comunicacional para coartar la capacidad de viralización orgánica de los temas que vayan en contra de su discurso.
Ahora bien, como se puede observar en los siguientes gráficos, el bloque oficialista tiene la capacidad de imponer el top 10 de palabras más usadas y aun así decide posicionar a “Juan Guaidó”, curiosamente con mayores menciones que “Chávez”.
También, es posible observar en la data recolectada la labor del bloque oficialista en la elaboración de contenido en otros idiomas, cosa que ninguno de los otros bloques realiza, pese a que el bloque de oposición se encargue de difundir información generada por otros medios en otros idiomas, casi siempre inglés; hecho remarcable, puesto que, durante el lapso de tiempo de estudio se realizó la gira internacional del principal representante de la oposición Juan Guaidó. Este último argumenta el apoyo de la comunidad internacional como su principal baluarte político y, aun así, su equipo de comunicaciones no genera mensajes en otros idiomas.
El bloque oficialista tiene la capacidad de imponer el top 10 de palabras más usadas y aun así decide posicionar a “Juan Guaidó”, curiosamente con mayores menciones que “Chávez”.
Adicionalmente, para profundizar más en el análisis y poder avanzar hacia el diseño de estrategias, se decidió darle forma a una suerte de indicador que permitiese medir la tensión política en el discurso, basados en la identificación de palabras clave y la traducción de estas en un índice de mayor o menor tensión para el discurso político; términos como “corrupción” o “invasión” le incrementan un (1) punto al medidor de la tensión y términos como “conciliación” o “diálogo” le restan un (1) punto al mismo. Después de realizar el análisis se descubrió que con 153 coincidencias con términos negativos que escalan el nivel del discurso, solo hubo 78 en términos favorables a la disminución de las tensiones; teniendo esto se determina que en una escala del 1 al 10 en el nivel de tensión del discurso político, el mismo se ubicaría en una escala de 7,5.
El beneficio de este índice es que funcionará como herramienta para poder identificar claramente y en tiempo real si las tensiones entre los actores se incrementan o disminuyen, lo cual brindaría un mayor entendimiento de las relaciones entre los mismos y ayudará a tener una mayor capacidad para proponer estrategias de comunicación.
Además de esto, también se realizó un conjunto de búsquedas relacionadas al tema económico y se consiguió, de forma interesante, que este tema se encuentra prácticamente fuera del discurso político, siendo el bloque independiente el único en tocar el tema con términos como “dolarización” y “normalización”, también se encontró que el tema principal en los tres grupos son las sanciones, teniendo un total de 97 puntos de mención a las sanciones, realizados por 14 de los 27 actores del estudio, siendo el día 9 de febrero el día de mayor cantidad de menciones, sobrepasando las 30, las cuales fueron realizadas principalmente por el bloque oficialista, ya que el día anterior se dio a conocer la noticia de la decisión estadounidense de sancionar a Conviasa.
La visualización de la red generada por el estudio de la data extraída nos dibuja un mapa de las interacciones entre los actores, lo cual nos permite tener una visión particular de la línea discursiva de cada uno. Se puede observar que la mayor cantidad de grados de salida provienen del clauster del partido oficialista, en los cuales resaltan el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y Jorge Arreaza como principales interlocutores.
Pero también esto muestra que los mayores recipientes con mayor nivel de grados de entrada son los del bloque opositor, principalmente Juan Guaidó, aunque, curiosamente, el bloque independiente no se refiere ni a este último ni a ninguno de los principales representantes de la oposición de manera directa.
Esto demuestra que con un cambio en la política comunicacional tanto de la oposición como del bloque independiente, se tendría la capacidad de crecer significativamente, dado que, como se ha demostrado en la tesis de Shakarian, P. Eyre, S. y Paulo, D “A scalable heuristic for viral marketing under the tipping model”, la importancia de los nodos grandes con un nivel alto de grados de salida, incide mucho menos en la capacidad de viralización de un mensaje, que lo que puede incidir una gran cantidad de clausters pequeños interactuando y propagando la información.
El gran potencial que tiene la red que mantiene la oposición es que presenta muchos nodos descentralizados, que podrían facilitar el proceso de viralización siempre y cuando sean utilizados de la manera adecuada.
Mantener la continuidad del estudio en tiempo real de la forma en la que va evolucionando el discurso y las interacciones entre los actores, va a facilitar tanto la toma decisiones políticas de forma efectiva como la formación de estrategias de mercadeo y mejoramiento del discurso de los sectores seleccionados, lo cual podrá ayudar también a vislumbrar los puntos de encuentro entre las distintas facciones y así ayudar a destrabar el ambiente político que se encuentra estancado en la actualidad.
Carlos López