ESPECIAL | El impacto del COVID-19 en una Venezuela sumida en crisis
Por Carlos López.
El pasado 13 de marzo la alta funcionaria chavista, Delcy Rodriguez, anunció la existencia de dos casos de COVID-19 en Venezuela. Rapidamente fueron anunciadas varias medidas en respuesta a la llegada de la pandemia al pais, como la suspensión parcial del transporte publico y la imposición de una cuarentena colectiva en todo el pais.
Una semana después, se puede observar que esto cambió por completo el panorama politico del país. Desarmó las intenciones de Juan Guaidó de convocar manifestaciones para incrementar la presión interna, y puso al chavismo en una compleja situación que puede salirse de control si se prolonga en el tiempo.
Si bien el Coronavirus es una pandemia que ha producido profundas consecuencias alrededor del mundo , en los países desarrollados la magnitud del impacto con el cual atacará el virus a un sistema económico y de salud –que a duras penas se mantiene en pie– son inciertas.
El objetivo de este analisis es descifrar cual sido el impacto del COVID-19 en el discurso de los distintos actores políticos de Venezuela. Como metodología, nos planteamos la extracción de 20,000 puntos de data geo localizada en el territorio venezolano para poder realizar un análisis de texto y de emociones, basándonos en las herramientas de análisis de data y así poder darle una visión un poco más profunda a como se está viendo afectada la población y qué efectos tiene esto en el incierto panorama político nacional de la actualidad.
Como podemos ver en la pasada nube, las palabras más utilizadas nos demuestran un claro nivel de alarma en las discusiones que se llevan a cabo en las redes sociales en estos días. No obstante, también hay varias palabras que indican que hay otro discurso subyacente que disputa el espacio informativo y mediático que de manera abrumadora es monopolizado por el brote pandémico. Esto lo notamos cuando vemos el alto número de repeticiones que obtuvieron palabras como “Juan”, “diputado” y “libertad”, esto sumado a que palabras mucho más relevantes a la hora de la discusión de un brote pandémico obtuvieron puntajes notablemente menores como “salud”, “dato” y “plan”.
Lo anteriormente descrito, nos permite vislumbrar un tinte político en la discusión que se lleva a cabo dentro de la emergencia causada por la pandemia. En este punto, decidimos realizar un análisis de sentimiento segmentado en días para observar la evolución en la opinión publica de esta situación.
Al graficar todos los mensajes extraídos y calificar cada palabra bajo el modelo de Minqin Hu y Bing Liu para análisis de sentimientos y subjetividad del 2004, conseguimos un crecimiento exponencial en la emotividad demostrada por el público al referirse al tema, como podemos ver que al día 15 del mes de marzo se había duplicado la emocionalidad y había ya una clara tendencia negativa en la forma de expresarse de las personas.
Para poder observar mejor los datos los separamos por horas y lo que pudimos constatar fue un comportamiento de evidentes picos de pánico en las interacciones online de los venezolanos, inclusive en los momentos donde se trata de mantener un lenguaje positivo. La proporción en relación al lenguaje negativo es inferior, y las emociones negativas son de manera constante superiores en todas las interacciones estudiadas.
Teniendo esto en cuenta, debemos hacernos varias preguntas. Primero, ¿qué impacto tendrá esto en la política venezolana? Estando ante una situación crítica en tantos ámbitos (salud, económico, político e institucional) a los que ahora se le suma este brote pandémico y que los actores externos están concentrados en mitigar el fuerte impacto económico. que ha devenido del pánico generalizado de los mercados ante las medidas tomadas individualmente por cada país como esfuerzo para combatir el virus-.
Además, los aliados del chavismo tampoco se encuentran dispuestos a actuar como salvavidas del Maduro ante lo que se vislumbra será una crisis sin precedentes, la cual afectará a la población en una magnitud superior a la vista en otros países por no contar con los equipos necesarios para la atención requerida. El maltrecho sistema de salud venezolano se saturará en poco tiempo, debido a la alta tasa de infección de esta enfermedad . La posición del ala democrática comunidad internacional de tratar con el régimen de Nicolás Maduro como interlocutor se hizo evidente en la negativa del Fondo Monetario Internacional (FMI) de actuar como prestamista del régimen.
En este orden de ideas, hay que preguntarse cómo se está manejando esto desde el discurso político y si esto es acorde al discurso de los líderes y sus principales mecanismos de difusión. Para poder analizar este factor, decidimos extraer las interacciones en las redes de 4 cuentas claves en la difusión de propaganda política en Venezuela (@nicolasmaduro, @jaarreaza, @jguaido y @presidencia_ve) y procedimos a examinar y diseccionar la data.
Lo primero que conseguimos fue el alto nivel de negatividad en las palabras más empleadas en el discurso de los actores en general, cosa que denota una relación con la respuesta emocional que se logró examinar previamente en la población, pero ¿qué actores están específicamente llevando el mensaje más lleno de emociones negativas?
En el gráfico podemos observar cómo se marcan las tendencias en las emociones expresadas por cada uno de los actores, pero también la magnitud y su calificación. En este, observamos que aunque tanto “@jguaido” como “@presidencia_ve” son parte de la misma tendencia política, la carga emotiva que se maneja es muy distinta y no precisamente por márgenes cortos.
Esto podría deberse a un distanciamiento del personalismo en el discurso para dar paso a un discurso más institucionalista en un periodo de crisis, lo cual puede ser una herramienta para tratar así de imponerse en el espacio público como un poder con capacidad de gobernar, mientras que el régimen muestra una actitud distinta manteniendo una cantidad amplia de mensajes en tonalidad positiva, aunque sin desconocer lo negativo de la situación.
Ahora bien, otra cosa que cabe preguntarse es ¿podrán los distintos entes públicos y actores políticos cambiar la narrativa y contener de manera eficiente el pánico actual que denotan las interacciones de los usuarios en internet? Y, más importante aún, debemos preguntarnos si estamos haciendo un uso responsable de la información que manejamos y cómo nos expresamos.
Hemos visto que uno de los retos más grandes para contener el contagio ha sido modificar el comportamiento habitual de la población y en esto la comunicación y, por ende, el lenguaje, son determinantes en el manejo de la emocionalidad de las personas, siendo esto último una herramienta efectiva para el control eficiente de la población, con el fin de evitar estallidos sociales y asegurar así la estabilidad y el funcionamiento del Estado.
Como podemos ver en el comportamiento del discurso de los actores seccionado por día, las emociones se dispararon un día antes de los anuncios confirmados y se mantiene con altos picos de emociones negativas que parecen predecir la profundización de la transmisión del virus en el entorno doméstico.
¿Podremos frenar el pánico generalizado? Los principales actores políticos no tienen esa intención por los momentos, debido a la fuerte disputa por copar los espacios informativos e imponerse como la autoridad en esta grave crisis.
Se confirma, una vez más, que en momentos de crisis precedidas de una batalla intestina por el poder, la primera víctima en la disputa no son los ciudadanos, sino la información pública.