Por: Enderson Sequera
En el marco del 75to periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el presidente de Venezuela, Juan Guaidó, se dirigió a más de 50 delegaciones vía videoconferencia y les solicitó evaluar la implementación del principio de Responsabilidad de Proteger (R2P) para el caso venezolano.
“Hoy les pido a todos los representantes de Estados miembros que asuman la responsabilidad de asistir al gobierno legítimo de Venezuela en su misión de proteger al pueblo venezolano, y considerar una estrategia que contemple escenarios luego de agotada la vía diplomática”, afirmó Guaidó.
“Debo pedirles hoy alinear los esfuerzos de asistencia internacional para restablecer la soberanía efectiva en Venezuela y proteger a la población civil, desalmada, ante la comisión sistemática y reiterada de crímenes de lesa humanidad a manos del régimen dictatorial que usurpa la presidencia”, remató.
El R2P es un concepto desarrollado por el Comité Internacional de Intervención y Soberanía del Estado. Fue aprobado por unanimidad en la 2005 en la Cumbre Mundial de la ONU. Su ámbito de aplicación se limita a casos de genocidio, crímenes de guerra, limpieza étnica y crímenes contra la humanidad.
¿Cuáles serán las implicaciones de esta petición? ¿Qué nuevas acciones se producirán en la comunidad internacional? ¿Cómo responderá el chavismo? Para dar respuesta a estas inquietudes, Politiks consultó a un reconocido grupo de expertos en Relaciones Internacionales, estrategia y política exterior. A continuación, su visión de este histórico momento.
El discurso de Guaidó
Para el estratega político Juan José Rendón, este fue “el mejor discurso que ha pronunciado el presidente Guaidó”. “Muy bien estructurado, muy bien escrito, muy bien sustentado. Fue su primer discurso presentado al mundo”, afirmó.
Sin embargo, señala que este llega un año tarde. “Creo que pudimos haber dado este discurso en la Asamblea General [de la ONU] pasada”, sostuvo el estratega.
Para Rendón, hay una continuidad en la retórica del presidente que se remonta a principios de año. “Este discurso contiene la esencia, en tono y forma, del mensaje que ha llevado al mundo el presidente Guaidó desde su gira en febrero de 2020. Desde la Convención Antiterrorismo en Bogotá, hasta la Asamblea General del miércoles, hay un mismo hilo conductor del mensaje”, explicó.
JJ no está de acuerdo con los actores que han señalado que el presidente Guaidó “manipuló” al afirmar que asistió a la Asamblea General. Para Rendón, el presidente “no dice en ningún momento que fue a la Asamblea General”. “En el peor de los casos, aprovechó un momento oportuno para dar un mensaje al mundo”, remató.
Finalmente, señala que estas acciones estaban contenidas en las recomendaciones que se hicieron desde el Comité de Estrategia, del cual renunció en mayo de este año.
Para Andrei Serbin, Director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), ninguno de los actores previos trató el tema del R2P “con la profundidad y entendimiento con que lo hizo Guaidó”. Señala que “las referencias que hizo María Corina Machado estaban mucho más enfocadas en este vínculo artículo 187/TIAR/R2P como un entramado supuestamente legal para facilitar una intervención norteamericana”.
“El problema es que María Corina en ningún momento profundizó sobre qué significa invocar el principio de Responsabilidad de Proteger”, argumenta. La causa es que ambos actores “estaban hablando a públicos muy diferentes”. “El público de María Corina no era el público internacional, era el público doméstico o venezolano, dentro o fuera de Venezuela”, arguye.
“Mientras que ayer el fraseo del presidente Guaidó estaba realmente orientado al decisor político internacional, a sus socios y aliados internacionales, a los diplomáticos y a los burócratas, a las ONG que trabajan en Nueva York, a los que están dentro de los espacios académicos, o la comunidad epistemológica en torno a a los debates de la R2P y a los que están en los organismos multilaterales”, destacó.
Los tres pilares
Andrei Serbin explica que para tratar el R2P es indispensable comprender los tres pilares. Estos son:
1) Los Estados tienen la responsabilidad de proteger a las poblaciones dentro de su territorio ante la violación masiva de los Derechos Humanos, dentro de los cuatro tipos de crímenes comprendidos dentro de la R2P.
2) La comunidad internacional tiene la obligación de apoyar a los Estados que se ven en incapacidad de ofrecer esta protección para asegurarse el resguardo de esas poblaciones.
3) Cuando un Estado no está en capacidad o no está dispuesto a ofrecer esa protección a las poblaciones, la comunidad internacional tiene una obligación de tomar todas las acciones necesarias para proteger a esa población, acciones en cuales, en última instancia, se incluye el uso de la fuerza o las medidas coercitivas.
“Esto en el marco de la Carta de Naciones Unidas, por ende capítulo 7, requiere de una Resolución por parte del Consejo de Seguridad, que ya eso se lleva todo el debate sobre el veto ruso y chino”, explicó el director de CRIESLAC.
Adicionalmente, existe la variable del secuenciamiento de los pilares. De acuerdo a Serbin, el “secuenciamiento es algo que se habla mucho, sobre todo después de la intervención en Libia de 2011. Los países un poco más críticos de la R2P, dijeron: Tenemos que asegurarnos de que no sea abusado el principio para avanzar sobre las agendas intervencionistas de ciertos países o que no se use de una forma irresponsable”.
JJ Rendón: “Estas acciones estaban contenidas en las recomendaciones que se hicieron desde el Comité de Estrategia”
“La idea del secuenciamiento es que tiene que haber cierta claridad en el proceso que lleva hasta la intervención. O sea, tiene que haber una instancia la cual se apoya sobre el pilar uno, y los Estados son los responsables de esa protección de su propio territorio; un segundo pilar muy claro, el cual la comunidad internacional ofrece asistencia para asegurarse que estén las herramientas necesarias para que se puedan proteger a esas poblaciones dentro de un territorio particular”, relata.
Apelar a estos pilares de secuenciamiento, como afirma Serbin que hizo el presidente Guaidó, “le una potencia mucho al discurso mayor porque lo lleva a los ámbitos donde se realiza la discusión, no simplemente al debate político interno venezolano”.
Implicaciones
El diputado Armando Armas, presidente de la Comisión de Política Exterior de la AN, destaca el lenguaje usado por el presidente al momento de formular la petición.
“Normalmente en los países donde se ha tratado de implantar esta novísima doctrina en las Relaciones Internacionales [La R2P] es en países con Estados fallidos donde no hay ningún tipo de esperanzas ni liderazgos legítimos. El presidente Guaidó escogió muy bien sus palabras porque dijo la responsabilidad que tienen los países de asistir”, destacó el parlamentario.
Para Mariano de Alba, abogado, experto en Relaciones Internacionales, “si la solicitud es acogida, lo que debería ocurrir es el inicio de deliberaciones en la ONU y específicamente en el Consejo de Seguridad, sobre cómo responder ante la situación en Venezuela”. Un primer paso, sería “el reconocimiento formal por al menos una mayoría de países de que el Estado venezolano no tiene la voluntad de proteger a la población de los crímenes de lesa humanidad”, señala.
De acuerdo con Pedro Urruchurtu, politólogo, coordinador de formación y asuntos internacionales de Vente Venezuela, esta solicitud “representa una oportunidad para replantear el rumbo estratégico hacia una opción que pareciera ser la única que queda frente al resto de alternativas que fracasaron”. De esta forma, el reciente Informe de la Misión de la ONU “parece que será utilizado como la justificación para invocar este principio y, al mismo tiempo, como excusa para explicar por qué no se invocó antes”, afirma.
Al respecto, Urruchurtu es enfático. “El éxito de una iniciativa como ésta dependerá de varias cosas, pero, concretamente, radicará en el enfoque y concentración en un solo escenario posible, vinculado al uso de la fuerza, como única opción frente a un régimen que el propio interinato ha calificado de conglomerado criminal, narcotraficante y terrorista”, sostiene.
Según el jefe de análisis internacionales de Politiks, Daniel Chang, el llamado de Guaidó de emplear el R2P trae el tema venezolano a otro plano retórico dentro de la Comunidad Internacional, parte de la cual todavía ve la crisis del país como una de polarización política y no como un Estado que oprime activamente a la disidencia.
Chang destaca que “cualquier acción de fuerza cuente con el aval de la ONU el tema debe ser acordado dentro del Consejo de Seguridad, algo poco probable debido a los vetos de China y Rusia”.
A pesar de esto, el analista de Politiks considera que una aplicación del derecho a veto de Rusia y China probablemente esté dentro de los cálculos de la presidencia encargada. “El objetivo de invocar el R2P es resaltar la naturaleza de la tragedia venezolana y mantener la atención del mundo (bastante fatigado por el tema venezolano) en buscar soluciones al conflicto”, sentencia.
¿Es la vía acertada para propiciar la transición?
“En cuanto a transiciones nadie tiene una bolita mágica”, dijo el diputado Armas preguntado sobre si la R2P sería la mejor vía para generar la transición en Venezuela.
Armas asegura que al usar la R2P no cambia la estrategia, sino el lenguaje. “Nosotros entendemos que si Venezuela es un país secuestrado, lo primero que se necesita es su liberación para luego tener un proceso de transición y luego una transformación”, reveló el diputado.
Pese a lo ocurrido en la ONU, De Alba sostiene que la vía acertada para lograr la transición en Venezuela “sigue siendo la organización y movilización del descontento de los venezolanos para generar un contexto donde una parte importante de los funcionarios que siguen apoyando a Maduro, decidan que lo más conveniente es retirarle su apoyo y buscar un cambio en el país”.
Para el abogado, proponer la aplicación del R2P podría generar mayor presión internacional, “pero no es lo que va a propiciar una transición en Venezuela”. “Los venezolanos tenemos que entender que una parte de la comunidad internacional puede y va a ayudar, pero no va resolver el problema de generar el cambio de gobierno y tampoco reconstruir el país”, afirma.
Por su parte, Urruchurtu tiene una visión distinta. Para él, la vía del R2P no solo “es acertada”, sino que es “la única que queda y la única que no ha sido implementada”. “Lo demás se ha intentado, a un costo altísimo, y sin resultados”, plantea.
Según Urruchurtu, invocar la R2P puede dar pie a aumentar la presión sobre los que son, a su juicio, los tres pilares del régimen: financiamiento criminal, represión y propaganda. Para ello, arguye que “es fundamental construir una amenaza creíble que sea capaz de mantenerse en el tiempo y de crecer exponencialmente en la medida que el régimen avance”.
“Cuando la comunidad internacional y, en particular, los aliados regionales desestiman la opción de fuerza, no le hacen daño a quienes la promueven, sino a la misma amenaza creíble, pues el régimen siente que no va en serio”, argumenta.
¿Y ahora qué sigue?
De ser acogida la solicitud por parte de los Estados Miembros, “veremos mayores discusiones internacionales sobre el problema fundamental: el Estado venezolano no tiene la voluntad ni la capacidad de proteger a la población de la comisión de los crímenes de lesa humanidad”, sostiene De Alba.
“El segundo pilar del R2P prevé que se tiene que exhortar al Estado a que proteja a la población, algo que algunos países propondrán que se haga aunque en el fondo ya conocen que no hay voluntad”, afirma. Posteriormente, se entraría en el terreno de la evaluación y aprobación de medidas. “Allí la discusión sí tendría que darse en el Consejo de Seguridad de la ONU”, arguye De Alba.
Daniel Chang: “El objetivo de invocar el R2P es resaltar la naturaleza de la tragedia venezolana y mantener la atención del mundo”
Sobre una eventual
De acuerdo a Urruchurtu, las próximas acciones dependerán de cómo se aborde e interprete el principio. “Si se apela a la instancia formal para su aprobación, que es el Consejo de Seguridad, difícilmente tenga éxito”. En este punto, el Coordinador de Vente Venezuela coincide con De Alba en que los vetos de Rusia y China dificultarán que la R2P prospere en esta instancia.
Adicionalmente, “también podría dificultar el apoyo de Francia quien más bien tiene una postura de levantamiento de sanciones a Irán, por ejemplo”, añade el politólogo.
“Circunscribirlo al ámbito de la ONU, afirma Urruchurtu, podría hacer que el tema se diluya en el tiempo y se descarte”. “Lo que debe buscarse, desde una óptica unilateral y multilateral, es que se produzcan acciones que se inspiren en el principio de R2P como doctrina universal, pero que escapen de la burocracia de la ONU”, propone.
“Esa realidad ya se ha implementado incluso con la existencia del mecanismo formal de R2P, donde ha habido intervenciones/injerencias humanitarias obviando al Consejo de Seguridad (Libia y Haití, por poner dos ejemplos), pero valiéndose de un principio universal que obliga a actuar”, menciona el politólogo.
Finalmente, Urruchurtu propone que “el ámbito de resolución de nuestro conflicto debe ser regional a través de la OEA y de la implementación del TIAR”; por dos razones: “1) En el ámbito regional tenemos más control y reconocimiento por parte de los aliados; 2) Implica menos burocracia y menos justificaciones para actuar, pero sí valiéndose de una amenaza a la seguridad y estabilidad hemisférica”, explica.
“De ahí que sea fundamental asumir la acción desde la OEA y desde el TIAR, invocando el principio universal del R2P, pero controlando el ámbito de acción desde la región. Hay suficientes elementos para justificar una acción de ese tipo en las Américas”, sostiene.
Asimismo, para el politólogo la AN “debería dar pasos cónsonos con esa visión y terminar de invocar el artículo 187.11 de la Constitución [venezolana] para abrir la puerta a una acción mancomunada, liderada por venezolanos, pero apoyada por los aliados. Para ello, “el liderazgo debe alinear los tiempos de nuestra urgencia con los tiempos de la comunidad internacional que no entiende de esa urgencia”.
En última instancia, “el problema central es que por ahora no hay voluntad internacional de tomar medidas más severas para responder a la crisis en Venezuela”, afirma De Alba.
¿Qué hará el chavismo?
“El chavismo, comenta Urruchurtu, asume esto como una guerra no convencional y como una lucha existencial”. En tanto, tiene dos desafíos: el externo y el interno.
Externamente, “buscarán mover todo alrededor de la ONU y de su diplomacia “multipolar” para defenderse narrativamente. También harán más visibles sus alianzas con Irán y otros actores que aumentan la escalada, mientras vende la farsa electoral del 6D como una opción de paz y de entendimiento”, argumenta el politólogo.
Urruchurtu, a su vez, advierte sobre los “esfuerzos de Josep Borrell y el envío de una misión clandestina que ya está en Caracas para intentar mover la fecha de esa farsa electoral, los cuales podrían terminar siendo usados por el régimen para aliviar presión desde esa arista”, enfatiza.
Internamente, el reto también es doble. “1) Mantener la unión interna del chavismo, en particular entre las mafias que se pueden ver amenazadas y buscando la forma de salvarse, y al mismo tiempo esperar la respuesta de diversos grupos contra la oposición legitima, a través de más persecución y represión, en un contexto de efervescencia social que se percibe; y 2) Aplacar cada vez más a la oposición genuina que aspira a desplazar al régimen”, enumera Urruchurtu.
Por su parte, De Alba coincide en que el chavismo buscará mantener el debate en la ONU, así como también “buscará vender la idea a un buen número de países que las denuncias de crímenes de lesa humanidad no son ciertas o son exageradas y que están tratando de responder ante ellas”. “En la ONU, hay una reticencia mayoritaria a sanciones económicas como las que ha adoptado EE.UU., así que también resaltarán eso como una falsa excusa de la razón principal de la tragedia que vive el país”, argumenta el abogado.
Al ser consultado sobre la respuesta del chavismo, el diputado Armas dice que ellos esperarían que reconozcan que están derrotados y que ellos pueden darle una “salida digna”. “Nosotros estamos dispuestos a abrir esa ventana de negociación siempre y cuando el objetivo sea la transición en Venezuela. Una transición aceptable, que tenga como como eje unas elecciones generales limpias libres y justas”.
Armas no descarta que en las negociaciones se hagan arreglos para garantizarle [al chavismo] algunos curules en un nuevo Parlamento. “Estamos abiertos a estudiar temas transicionales heterodoxos. Lo que no estamos dispuestos es a que ellos sigan en el poder”, sentencia el diputado.
Para los próximos días, De Alba afirma que debemos esperar por “la reacción de la comunidad internacional ante la propuesta de Guaidó para determinar si es acogida y hay disposición a tratar la situación en un escenario multilateral o si va a persistir las respuestas unilaterales de EE.UU., la Unión Europea y Latinoamérica”.
Por último, para el coordinador de Vente Venezuela, Guaidó también tiene retos por delante. “Su atadura al G4 como soporte político de su gobierno puede ser una piedra de tranca para avanzar en una opción de fuerza”. Así, plantea que el presidente debe “librarse de ataduras y aliarse con figuras como María Corina Machado en la búsqueda de una solución de fuerza”.