ESPECIAL | Venezuela: Una transición pactada

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14 min readApr 1, 2020

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Por: Enderson Sequera

Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo.

En medio de la pandemia mundial del Covid-19 y la caída de los precios del petróleo, el Secretario de Estado, Mike Pompeo, propuso un Marco para la transición democrática de Venezuela: un acuerdo que delegaría el poder en un Consejo de Estado que, sin Maduro y sin Guaidó, convocaría a elecciones libres. A continuación, los detalles de la propuesta.

El anuncio

Ayer, Elliot Abrams, representante especial del Departamento de Estado para Venezuela, publicó un artículo de opinión en The Wall Street Journal. En este, proponía que el presidente (E) Juan Guaidó y Nicolás Maduro se aparten del poder y que, por autorización de la Asamblea Nacional, se conforme un Consejo de Estado que convoque a elecciones libres en el país.

Posteriormente, el Secretario de Estado, Mike Pompeo, presentaría oficialmente los detalles del plan y afirmaría que este cuenta con todo el apoyo y respaldo del gobierno de los Estados Unidos.

La propuesta

De acuerdo al documento publicado por la Oficina de la Portavoz del Departamento de Estado, la propuesta consta de los siguientes 15 puntos:

1. Levantamiento del “desacato” a la AN por parte del TSJ y disolución de la Asamblea Nacional Constituyente. A cambio, Estados Unidos levantaría las sanciones a los miembros de la ANC.

2. Liberación de los presos políticos.

3. Expulsión de las fuerzas militares extrajeras del territorio venezolano, a menos que tres cuartas partes de la AN autorice su permanencia.

4. Designación de un nuevo CNE y TSJ por parte de la AN. Estos miembros deberán ser aceptados por “todos los partidos o coaliciones de partidos que representen el 25% o más de los miembros de la AN”.

5. Aprobación de una ley de un “Consejo de Estado”. Este estaría conformado por cinco miembros. Cada partido o coalición con al menos 25% de diputados en la AN escogerá dos miembros, uno de ellos deberá ser gobernador de un estado. Estos escogerán un quinto que fungirá como Secretario General del Consejo y, en consecuencia, actuará como presidente interino hasta que haya elecciones libres. Este último no podrá presentarse como candidato a las elecciones. El Consejo tendrá también un asesor militar de las FANB. Los miembros del Consejo no podrán ser miembros de la AN ni del TSJ.

6. El Consejo de Estado asumirá todas las facultades conferidas al presidente ejecutivo en la Constitución. Estados Unidos y la Unión Europea retirarán las sanciones a Maduro y todos aquellos que habían usurpado la presidencia del país a raíz de la fraudulenta elección del 20 de mayo de 2018, apenas acepten la legitimidad del Consejo y este se encuentre en plenas funciones.

7. Establecido el Consejo de Estado y las fuerzas de seguridad extranjeras hayan abandonado el país, se levantarán las sanciones a PDVSA.

8. El Consejo de Estado nombrará un nuevo gabinete. Se levantarán las sanciones a ex miembros de gabinetes anteriores.

9. Se retiran las sanciones a miembros de las FANB.

10. La comunidad internacional brindará apoyo humanitario al país, con énfasis especial en la atención médica para hacerle frente a la pandemia del Covid-19. Se iniciarán las negociaciones con el Banco Mundial, FMI y el BID para gestionar programas de apoyos y préstamos.

Presidente (E) Juan Guaido en el World Economic Forum de Davos, Suiza.

11. Se designará una Comisión de la Verdad y la Reconciliación con el objetivo de investigar actos de violencia graves ocurridos desde 1999. Esta tendrá cinco miembros nombrados por el Secretario General de la ONU y aprobados por la AN. La AN aprobará una Ley de Amnistía que cubra los delitos políticos desde 1999, excepto los crímenes de lesa humanidad. Argentina, Canadá, Colombia, Chile, Paraguay y Perú retiran su apoyo a la remisión a la Corte Penal Internacional.

12. El Consejo de Estado le pondrá fechas a las elecciones presidenciales y parlamentarias en un plazo de 6 a 12 meses.

13. “Se retiran todas las sanciones de los Estados Unidos restantes con el consenso de los observadores internacionales de que las elecciones fueron libres e imparciales”, luego de celebrarse las elecciones presidenciales y parlamentarias.

14. Se designa una Comisión Bipartidista. Su misión es ofrecer soluciones a largo plazo a la economía y refinanciar la deuda.

Garantías

1. El Alto mando militar de las FANB, que incluyen: el Ministro del Poder Popular para la Defensa, el viceministro de la Defensa, el Comandante del Comando Estratégico Operacional (CEOFANB) y los otros comandantes, se mantienen durante la vigencia del gobierno de transición.

2. Los gobernadores y autoridades locales se mantienen durante el gobierno de transición.

El presidente (E), Juan Guaidó, declaró que el Consejo de Estado debe estar conformado de forma justa e inclusiva “con todos los sectores que no estén vinculados a acusaciones internacionales, a violación de derechos humanos o a corrupción. ¿Con quién debemos permanecer? Con los que nos garanticen estabilidad y gobernabilidad. No podemos instalar un gobierno que dure dos días”. A su vez, agregó que las FANB jugarán un rol importante en este.

Reacciones de la comunidad internacional

El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, valoró positivamente el Consejo de Estado como “una propuesta válida de solución para salir de la dictadura y merece el apoyo de todos los que quieran elecciones libres”.

El gobierno de Colombia, el país con más migrantes venezolanos en su territorio, declaró que “la iniciativa presentada está en línea con las propuestas realizadas en el marco del Grupo de Lima, sobre la urgencia de avanzar hacia una solución política, pacífica”.

Los gobiernos de Austria, Croacia, Georgia, Letonia, Lituania, Macedonia, Portugal y el Reino Unido también respaldaron la propuesta. En tanto, los cancilleres de España, Ecuador, Chile y Brasil conversaron sobre la propuesta.

De igual forma, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, le hizo saber a su homólogo ruso, Vladimir Putin, que la situación en Venezuela era “insostenible”.

Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, junto a su homologo ruso, Vladimir Putin.

Finalmente, Elliot Abrams, representante especial del Departamento de Estado para Venezuela, en relación al Plan, declaró: “Juan Guaidó es el presidente interino legítimo de Venezuela y también es el presidente de la AN y lo será hasta que se haga otro acuerdo legítimo. Cualquier persona que este surgiendo como presidente interino no debe presentarse a la presidencia en su sistema tan frágil; ya vieron lo que pasó con Maduro. De acuerdo a las encuestas que he visto hay posibilidades de que Guaidó gane. Si nuestros plan de transición se adaptase habría un gobierno de transición por 9–12 meses para celebrar elecciones en la cual Juan Guaidó sería el candidato de los partidos democráticos, nosotros vemos esto como un apoyo para Guaidó”.

La respuesta del chavismo

El Canciller del régimen de facto, Jorge Arreaza, mediante un comunicado afirmó que “el gobierno bolivariano no acepta, ni aceptará jamás tutelaje alguno de ningún gobierno extranjero”, en referencia a la propuesta.

Adicionalmente, ayer en horas del mediodía, Tarek William Saab anunció una citación a Juan Guaidó para que comparezca ante el Ministerio Público el jueves a las 9:00 am. Se abrirá una investigación en su contra debido a un “intento de golpe de Estado”.

Nicolas Maduro, quien el 25 de marzo hizo un llamado a sectores de la oposición venezolana, especialmente al diputado Henry Ramos Allup y el ex candidato presidencial Henrique Capriles, “para llegar a acuerdos”, no se ha pronunciado sobre el Plan.

No obstante, convocó al Consejo de Estado (figura prevista en el art. 251 dela constitución nacional). En este, estuvieron presente el diputado Luis Parra, Maikel Moreno por el TSJ, el gobernador de Miranda Héctor Rodríguez y el Contralor General Elvis Amoroso.

Maduro junto al autoproclamado presidente de la AN, Luis Parra.

El Diputado Parra afirmó que “es momento de dejar a un lado las diferencias políticas y trabajar en pro de un acuerdo humanitario para hacerle frente al Covid-19”.

El Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, sobre la convocatoria a la figura del Consejo de Estado por parte de Maduro, afirmó: “El país reclama unión nacional para enfrentar la pandemia planetaria que nos acecha; todos debemos sumar a este propósito sublime que va más allá de las diferencias políticas e ideológicas”. No se refirió a la propuesta del Secretario Pompeo.

¿Es viable la propuesta del Consejo de Estado para la transición en Venezuela?

Luego de la intentona del 30 de abril, trascendió a la opinión pública un “Acuerdo” entre el presidente (E) Juan Guaidó, el Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino y Maikel Moreno, presidente del ilegítimo TSJ. Este contenía 15 puntos. Los supuestos detalles que se filtraron dan a entrever que se trataba de un acuerdo muy similar al develado ayer por Pompeo.

Leopoldo Lopez en la asonada militar del 30 de abril de 2019.

Después de las frustradas negociaciones de Oslo y Barbados, el presidente Guaidó propuso al jefe del régimen de facto, Nicolás Maduro, “separarse ambos de sus cargos” y conformar un “Consejo de Estado” que convocase a elecciones libres. En días recientes, a través de sus redes sociales, asomaría la propuesta del Consejo de Estado, junto al Plan José María Vargas para atender la pandemia del Covid-19.

Como podemos ver, la propuesta del Marco para la transición democrática de Venezuela no es nueva: se ha venido trabajando, al menos, en el último año.

Ahora, la presentación pública por parte del Secretario de Estado Pompeo, el nivel de detalle de la misma, sumado al momento político y económico mundial, hacen de esta una de las propuestas más completas, coherentes, inclusivas y viables que se hayan presentado para la resolución del Caso Venezuela.

Contexto mundial

Una de los puntos fuertes del Plan es el contexto actual. La economía mundial fuertemente golpeada por una pandemia global del Covid-19, la estrepitosa caída de los precios del petróleo y la reciente acusación, con recompensas incluidas, al alto mando político chavista, muestran este marco como una salida razonable a una crisis política y económica que tiene todos los ingredientes para convertirse en una tragedia aún mayor.

Actualmente, la intención del régimen de Nicolás Maduro no es contener la pandemia del Covid-19, sino administrarla para conseguir su objetivo político de mantenerse en el poder. En el momento en que este se encontraba coqueteando con las agencias internacionales para obtener miles de millones de dólares y, con la justificación de atacar la pandemia, pagar la lealtad de la coalición dominante, el gobierno de los Estados Unidos dobló la apuesta y los presenta al mundo como criminales, narcotraficantes y terroristas.

Fiscal General de EEUU imputando de cargos federales a altos funcionarios chavistas.

Sin embargo, esta medida que desató la euforia en las redes sociales pudo haber tenido un efecto no deseado. En vez de aumentar el costo de permanencia del chavismo en el poder, puede que, por el contrario, haya aumentado su costo de salida.

Así, la rápida y detallada propuesta presentada tan solo días después de la acusación, forma parte una clásica táctica de negociación. Por un lado, golpear fuerte. Por el otro, ofrecer una mano para que te puedas levantar.

Esto es lo que hace el gobierno de los Estados Unidos: aumenta el asedio presentando a los altos jerarcas del chavismo al nivel de criminales como Pablo Escobar o terroristas como Osama Bin Laden, pero luego señala la salida al presentar un Quid pro quo: ceder una parte del poder, a cambio del levantamiento total de las sanciones.

El chavismo moderado

Una transición se logra en el momento en que todos los sectores que hacen vida política en un país sienten que todos van a ganar con el nuevo cambio de régimen, sobre todos aquellos que van a perder el poder.

El objetivo de la propuesta actual no es dirigirse solo a aquellos líderes que, al pesar recompensar sobre sus cabezas, “no tienen un lugar en el avión”. Esta apunta, sobre todo, a los sectores internos del chavismo y oficiales medios de las FANB que no hayan incurrido en delitos de lesa humanidad. Se busca dividir al chavismo entre quienes quieren resistir a toda costa y quienes prefieren negociar a cambio del futuro del movimiento.

Uno de los puntos más importantes del marco es el requisito de que dos de los cinco miembros del Consejo de Estado sean gobernadores actuales. Esto es un claro guiño a las figuras emergentes del chavismo, como el gobernador de Miranda Héctor Rodríguez o el gobernador de Carabobo Rafael Lacava, para que presionen a lo interno por la propuesta. Esta les ofrecería la posibilidad de acceder, al cabo de un año, incluso a la presidencia del país por medio de elecciones libres.

Gobernador de Miranda, Hector Rodriguez.

El Departamento de Estado comprende que la propuesta no debe ser suma cero: en donde el movimiento democrático en Venezuela gana todo y el chavismo pierde cada espacio de poder. Por tanto, plantea una propuesta suma variable.

Si existiese un sector moderado en el chavismo, esta propuesta se dirige a ellos. Quedará de su parte ejercer presión y velar por sus carreras políticas en el futuro. Queda de su parte elegir entre apoyar incondicionalmente al régimen de Maduro o transitar el camino político hasta poder convertirse en un movimiento que pugne por el poder en democracia.

El rol de las FANB

Toda decisión trascendental para la transición venezolana pasa por las FANB.

Una de las garantías más importantes de la propuesta actual es mantener activo a todo el Alto Mando Militar durante el periodo de transición. Esta garantía, complementada a la propuesta de una Ley de Amnistía, es una de las concesiones más importantes que se pueden otorgar a los militares.

G/J Vladimir Padrino Lopez, junto a otros generales en Caracas.

De esta forma, las FANB podrían limitarse a jugar el rol institucional, de defensa e integridad del territorio, que la constitución nacional les asigna.

Sin embargo, este no será un rol pasivo o de espectadores. El historiador Diego Bautista Urbaneja menciona que en el momento en que la Doctrina Militar venezolana cambió y la persecución a guerrilleros y paramilitares en nuestro territorio dejó de ser una prioridad, inició la conspiración en los cuarteles que, en última instancia, produjo los Golpes de Estado de febrero y noviembre de 1992.

Las FANB, con este acuerdo, tendrá la oportunidad de colaborar en el rol de expulsar a las fuerzas de seguridad, paramilitarismo y terrorismo presentes en el territorio venezolano, a la par que mantiene un gran poder sobre el resultado último y la posibilidad de incidir y ser consultada durante todo el proceso.

Uno de los puntos del Marco para la transición es que los miembros del Alto Mando Militar mantienen sus puestos

De acuerdo a Roció San Miguel, presidente de Control Ciudadano, el 75% de los comandantes de las FANB no tienen sanciones. Esto podría ser un “elemento tentador” para asumir nuevos mandos militares.

Para una transición completa, el país demanda una participación protagónica de sus Fuerzas Armadas. Este acuerdo señala el camino.

Democracia por sanciones

La imposición de sanciones por parte de los Estados Unidos y la UE ha sido la medida de política de exterior que más ha golpeado al régimen de Nicolás Maduro. En una economía caracterizada por la planificación centralizada, la imposición de sanciones ha logrado que los venezolanos, por medio de la dolarización de facto, hayan vivido el último semestre con reglas más cercanas a la economía de mercado.

“El nivel de detalle de la misma (la propuesta), sumado al momento político y económico mundial, hacen de esta una de las propuestas más completas, coherentes, inclusivas y viables que se hayan presentado para la resolución del Caso Venezuela”

En una frase: si se trata de golpear al régimen de Maduro, las sanciones funcionan. Poner sobre la mesa un Quid pro quo en que el régimen chavista cede parte del poder a cambio de un levantamiento total de las mismas, es la propuesta más audaz y que genera los mayores incentivos a todos los actores políticos del Marco para la transición.

Los rusos también juegan

Los destinatarios de esta propuesta no son solo el régimen de Maduro o la oposición venezolana, sino China y Rusia.

Rusos y chinos saben por igual que solo una PDVSA recuperada podría resarcirles la deuda contraída por Maduro, que solo un gobierno democrático, avalado por la AN y la comunidad internacional, puede garantizarle sus inversiones en el país. Por eso el levantamiento de sanciones apunta también a ellos.

Presidente Xi Jinping junto a su homologo ruso, Vladimir Putin.

El pragmatismo del régimen chino es bien conocido. Ellos harán negocios allí donde haya lugar.

En el caso de Rusia, sin embargo, el interés geopolítico de tener una nación que amenace la seguridad nacional de Estados Unidos en su propio hemisferio, puede valer la pena cualquier costo. Es a este respecto que destaca la palabra escogida por el presidente Trump para calificar el estado de la situación en Venezuela: “Insostenible”. Es una advertencia del gobierno americano, pero también una invitación a que Rusia respalde el acuerdo.

Puede que este Marco sea una de las últimas propuestas favorables que se le hagan a Rusia para mantener sus inversiones en Venezuela y cobrar su deuda. La reciente adquisición del Estado ruso de las acciones de Rosneft en el país demuestra cuán involucrados están en el país, pero también cuan rentable sería para ellos hacer negocios con una Venezuela sin sanciones.

Si se quiere que el chavismo acepte el acuerdo, primero habrá que convencer al Kremlin de que sus intereses están bien protegidos en este.

¿Se concretará el Acuerdo?

Más allá de lo razonable de la propuesta, es poco probable que este Marco para la transición democrática de Venezuela se concrete. La oposición venezolana está lista para aceptarlo. El chavismo no.

Para los principales líderes políticos del chavismo, si bien su costo de permanencia en el poder aumenta mes a mes, su costo de salida es casi infinito. Para ellos, no hay destinos intermedios entre la cárcel o la tumba. No hay matices entre ser un reo o un mártir. Esto reduce al mínimo la posibilidad de concretar este y cualquier otro acuerdo.

“La rápida y detallada propuesta presentada tan solo días después de la acusación (de narcotráfico) , forma parte una clásica táctica de negociación. Por un lado, golpear fuerte. Por el otro, ofrecer una mano para que te puedas levantar”.

Para los líderes del chavismo, el poder se mide en miles de millones de dólares, pero también en años de impunidad. Y están dispuestos a ganarse esos años un día a la vez. Su movimiento no tiene un proyecto, una propuesta, una idea o un lugar adonde llegar. Para ellos solo se trata de la supervivencia.

El alto mando político chavista siente que aún puede resistir, que aún tiene rehenes que tomar y cartas que jugar. Luego de su acusación por el Fiscal General de EE.UU., Nicolás Maduro dijo que contactaría a gobierno español para revisar el estatus de Leopoldo López, preso político refugiado en la Embajada de España en Caracas. La citación a Juan Guaidó es parte del mismo guión.

El chavismo buscará así mejorarán su posición antes de cualquier negociación. Y, en última instancia, solo estarán dispuestos a ceder en lo accesorio para mantener lo indispensable.

¿Con quién debemos permanecer? Con los que nos garanticen estabilidad y gobernabilidad. No podemos instalar un gobierno que dure dos días”

-Presidente (E) Juan Guaidó

El alto costo de salida del poder del régimen chavista, la naturaleza ideológica del chavismo como un movimiento que asume lo político como un carácter “existencial”, el interés geopolítico de Rusia de mantener una cabeza de playa en Venezuela de cara a Estados Unidos, los incentivos económicos del Alto Mando Militar de las FANB, harán imposible llegar a un acuerdo.

Solo el agravamiento de la crisis humanitaria del Covid-19, presiones internas del “chavismo moderado” o un golpe sobre la mesa de las FANB, podría cambiar las cosas.

¿Qué viene después de esta propuesta?

La inclusión de Venezuela en la lista de Países que Patrocinan y Financian el terrorismo del Departamento de Estado podría ser una medida que aumente la presión a la coalición chavista. La información que debería suministrar tanto Cliver Alcalá como el Hugo “El Pollo” Carvajal a la justicia americana, puede dar pie a esa designación y, a su vez, permitir la captura y desmantelamiento de las redes delincuenciales chavistas en el continente americano, amparados en el TIAR.

Se viven momentos en los que se decide la forma y el tiempo de la transición venezolana. Por lo pronto, la comunidad internacional sigue indispuesta emplear la fuerza. Esto aún puede cambiar.

Mientras tanto, puede que esta sea una de las últimas oportunidades del chavismo, y de Venezuela en general, de salir de esta crisis política y lograr una transición pactada hacia la democracia.

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