ENTREVISTA | Georg Eickhoff: la oposición venezolana no tiene nada que ofrecer en una hipotética negociación
Por: Alejandro Armas
Georg Eickhoff es Dr. en historia moderna y analista político. Nació en Colonia, Alemania (1965). Estudió Teología, Literaturas Hispánicas e Historia Moderna en Berlín y Madrid. Trabajó en la administración pública alemana en distintas funciones políticas. Durante cuatro años, se desempeñó como alcalde.
En Venezuela, llegó a ser uno de los principales asesores que colaboró en la conformación, organización y estrategia de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Amplio conocedor de la experiencia de los partidos políticos durante la República Democrática Alemana, satélite de la URRS, conversó con nosotros sobre el futuro de los partidos políticos y la transición en Venezuela.
P: Uno de los temas de la política venezolana a los que George le ha dedicado especial atención, es el de los partidos políticos. En este momento, varios de estas organizaciones, que forman parte de la oposición venezolana, se encuentran atravesando una situación crítica, pero no novedosa: la confiscación de sus símbolos y su tarjeta electoral por parte de un TSJ completamente alineado con el régimen (chavista). Entonces, ¿qué busca el chavismo con la confiscación de esos símbolos?
R: En las últimas elecciones verdaderas que hubo en Venezuela (2015, para la Asamblea Nacional) y las anteriores, ya bajo condiciones muy adversas (municipales y regionales, así como las presidenciales de 2013 y 2012), la oposición venezolana ha mostrado que posee la mayoría de los votos. Por esto, una dictadura debe “apagar la luz a quien brille más que ella”, y existen varias formas de hacerlo.
Básicamente, la tiranía venezolana usa todas las herramientas para mantenerse en el poder. El primero es el encarcelamiento de personas de interés. Hoy(29 de junio) se cumple un año de la muerte del Capitán Acosta Arévalo, donde se exhibió públicamente el cuerpo de un militar torturado, para que todos los militares venezolanos sepan qué les espera (si deciden dar la espalda al chavismo).
Personas que actúan así, en lo político utilizan todas las herramientas para neutralizar al adversario. Cuando este adversario posee alta credibilidad electoral y alto éxito electoral, como lo fue el de la unión de partidos opositores; se debe afectar esa credibilidad; exhibiendo actos de corrupción, que se encuentra en todas partes.
Vale mencionar, que el grado de corrupción entre oposición y tiranía venezolana son distancias extremadamente grandes, pero es posible exhibir casos, lo que impulsa el nombramiento de otras directivas en los partidos políticos, que terminan cumpliendo ese objetivo de afectar la credibilidad de los mismos.
Recientemente, usted afirmó que el oficio del político profesional en Venezuela, ha desaparecido. Ante esto, y ante aquellos políticos que insisten en apostar por la redemocratización de Venezuela; ¿cómo deberían reinventarse? ¿Qué deberían hacer?
Una medida como la del día de hoy de parte de la Unión Europea, y una respuesta como la de Maduro, expulsando a la Embajadora de la UE, lo cual es un chiste, que usa como un acto de propaganda para el consumo de los pocos seguidores que le quedan (15–20% de la población), sin olvidar que una gran parte del electorado chavista también emigró, porque les va en Venezuela tan mal como al opositor, económicamente hablando.
Esta UE, hasta en el mismo texto de la imposición de las sanciones, todavía actúa, al igual que muchos políticos venezolanos, como si se tratara con una democracia, donde se puede establecer una verdadera conversación. Estas actitudes, ya fuera de Venezuela, crean para gobiernos democráticos, una especie de oferta.
Hay gente de buena fe que quiere hacer algo con estas posturas en choque, tanto en el continente americano, en Europa, etc., que todavía preguntan por qué no se da esta conversación, como lo ha hecho también el Cardenal Porras. Esto genera actitudes de esperanza y estrategias, pero falta un elemento muy importante para esa negociación y el trato normal entre políticos, el cual se configura en el hecho de que la oposición venezolana no tiene nada que ofrecer en esa hipotética negociación.
El chavismo no los necesita, porque tiene poder, está dispuesto a matar y torturar, posee mucho dinero mal habido, un aparato represivo muy fuerte, el control sobre los alimentos y no existe empresa privada capaz de configurar un elemento de poder en el país. Así que, no hay nada que la oposición pueda ofrecer. Lo único que le interesa al chavismo es que exista un “parapeto de negociación”, lo cual sí puede ofrecer cierta oposición, que lo hace, y que es pagada con pequeñas cuotas de poder.
Ejemplo de esto, es el caso de Luis Parra, sancionado hoy por la UE, por jugar este juego, que es entendido y desmontado por el bloque, lo cual es positivo, pero que igualmente va al vacío porque esta tiranía lo usa como nada más que un acto de propaganda. Entonces, podrá existir un gran número de gente seria y dispuesta a negociar cuando se den una serie de condiciones; y eso es todo lo que pueden ofrecer. Esto lo toma el chavismo y se ofrece constantemente para un diálogo, al tiempo que se mantiene en sus calabozos torturando personas. Y esta es la táctica de este grupo criminal. Les recomiendo escuchar la conversación de ayer con el profesor Hernández, que describe con mucha precisión esa alianza entre grupos criminales que mal gobierna hoy a Venezuela.
Todo eso que usted menciona, es todo lo que los políticos venezolanos que actúan como oposición, no deberían hacer, no deberían prestarse para ese “parapeto”, como bien lo llamaste, pero ¿qué deberían hacer para seguir siento oposición? ¿Cuáles son sus alternativas?
Un problema evidente que se observa hasta en las máximas figuras de la oposición, es el de la financiación que poseen. Si tú te financias de los mismos “malandros” que financian al chavismo, o poseen beneficios de este, en el fondo eres una extensión financiera de los lujos ilegales del régimen, lo cual hace que ya no seas libre, eres débil. Una sugerencia muy práctica es: cuídense de quien aceptan dinero. Ustedes quizás recuerdan nombres y apellidos precisos de gente que fue firmada tras recibir dinero de esos “malandros”. Esto es un vicio muy viejo de la política venezolana, en un país donde el Estado, a través del petróleo juega un rol tan fuerte, casi no hay empresarios que no dependan del gobierno, de dólares preferenciales, de permisos, etc. Hoy, desde luego, para tener una empresa en Venezuela, estás completamente expuesto a las arbitrariedades de esa tiranía y debes pagar coimas para protección en lugares donde gobiernan mafias.
Estos pseudo empresarios, financian entonces pseudo políticos. Es muy difícil al estar en política, que un llamado empresario te ofrezca $100 mil. A los llamados políticos que andan por ahí los compras por mucho menos, pero también hay empresarios que ofrecen un millón, o el constante uso de su avión privado. Eso lo he visto con mis propios ojos. Entonces, esa procedencia sucia del dinero, al final te amarra. Lo que estamos haciendo acá, que es usar medios de comunicación que casi no cuestan nada, tiene su impacto, por lo que es posible llevar a cabo una política sin influencia de ese dinero mal habido. Esa sería una cosa muy concreta que podría expresar. Y luego, pienso que lo que se está haciendo, y la acción de la UE es una muestra de ello, cuidar mucho estas redes internacionales. Yo calculo que, en las próximas semanas, más diputados, más políticos tendrán que huir de Venezuela. Sería lo más normal y no sería la primera vez que en una campaña electoral, se dé una persecución muy dura en contra de aquellos que no se alinean a esta.
Pienso que será el mismo día en que Maduro quiera mostrar que va a elecciones, y aquellos que no quieran, irán a la cárcel, o recibirán una llamada de advertencia para luego huir. Cárcel, hoy en Venezuela, agregado el tema de la pandemia, supone condiciones muy peligrosas, en las que nadie tiene certeza de salir con vida, contraria a la certeza de que todos serán víctimas de algún tipo de tortura, por lo que entiendo bien a aquellos que en estas horas, días y semanas, se plantean la idea de abandonar el país.
Mucho se ha comentado que Venezuela está en camino de ser un régimen de partido único, en la misma línea de Cuba, principal inspiración del chavismo, pero yo no estoy muy seguro de eso. Creo mas bien, que ya estamos yendo hacia eso que usted describe en su artículo del año 2017, titulado “Los Partidos Políticos en Dictadura”, en el cual augura que seguirá habiendo alternativas al PSUV, pero que estarán completamente comprometidas a jugar siguiendo las reglas del chavismo, que no comprometen su hegemonía. ¿Cree que esa será la apuesta del chavismo para el largo plazo?
Mira, el régimen de partido único es algo totalmente distinto. En mi país, Alemania, a pocos metros de donde me encuentro hoy, en octubre de 1989, el jefe del partido y el jefe de Estado en la reunión del Comité Central del Partido Comunista votó por su propia destitución, y el mismo Comité votó por otro líder del partido, que era el último líder de la RDA, que luego fue a la cárcel. Eso es un partido único. Lo vimos también en la URSS, donde los viejos se peleaban entre sí, pero gozaban de un poder real.
El PSUV no es ningún poder. Ha dejado de ser un partido. Es en cierta manera un mecanismo de participación de chavistas rasos (Afiliados) y expresar que estás a favor del régimen, para así ser receptor de dádivas del Estado, pero no es que este partido como tal tome las decisiones, lo cual hace un pequeño grupo criminal. Pocas familias participan en esos flujos ilícitos del petróleo, del narcotráfico, explotación de minerales, trata de personas y muchos otros fenómenos continuarán explotando en el transcurso de los próximos meses.
Ellos se organizan en torno a estas operaciones criminales, y no como el Partido Comunista en aquel bloque soviético en función de un poder, un Estado y la apropiación de reglas o promoción de una ideología, por muy falsa y autoritaria que sea. Esto es muy importante entenderlo, y es un avance que hay que prever. Las sanciones de la UE del día de hoy dan a entender una correcta comprensión de lo que se está llevando a cabo dentro de esos grupos.
A estos partidos que han aceptado jugar con las reglas del régimen, y que ya se están prestando a participar en las elecciones parlamentarias de las que Maduro tanto habla, se les ha señalado de ser parte de una “falsa oposición”. ¿Es justo ese señalamiento?
Hay un poco de todo. Existe gente que un día está actuando alineado a una estrategia, y al otro día ya no. Es gente que tiene que sobrevivir. Todos tienen derecho de equivocarse. Algunos se equivocan mucho y repetidas veces, pero también hay gente que no le alcanza para más de lo que está haciendo. Luego viene gente que está desesperada; la situación es límite, y hay gente que actúa sobre esperanzas falsas, otras que le resulta imposible por razones concretas abandonar el país, por lo que quieren seguir en la actividad política; algunos que por su edad en la vida les es difícil llevar a cabo otra profesión, y por eso, con esta mezcla de falsas esperanzas, depresión sobre su propia vida, falta de alternativas y algunas veces falta de análisis intelectual, andan en eso y esperan un milagro; eso es algo muy complicado en Venezuela.
Hubo una serie de milagros políticos; el mismo chavismo es un milagro, y muchos quieren ser otro Chávez, así como muchos otros quieren apagar la luz de los demás dentro de la oposición, porque se ven a sí mismos como el próximo mártir, por lo que bloquean todo y causan muchos problemas.
El éxito de la MUD, que en su momento fue tan cercano a un milagro, es esperada por la gente para un nuevo milagro, lo que supone un vicio al ignorar un análisis crudo y realista, por estar “vistiendo color esperanza” y seguir bailando como hace 20 años.
Georg, nos comentaste que viste el live de ayer, con el profesor José Ignacio Hernández, ex Procurador General de la República, en el que él brindó un argumento jurídico sobre la necesidad de extender la vigencia de la AN actual, dado que no hay condiciones electorales para renovarla de forma ordinaria como lo establece la Constitución. Me pregunto si, a su juicio, es políticamente viable hacer eso, más allá de lo jurídico
Él lo ha explicado perfectamente bien; eso es lo que va a pasar. Eso es un hecho. Si ya no hay AN, el único que posee la legitimidad del voto, son los diputados y los suplentes. Ellos han reelecto a Guaidó como presidente de la AN, y de acuerdo con la Constitución, este es el Presidente de Venezuela, al no haber tampoco Presidente de la República.
Esta estrategia tiene un doble filo. Eduardo Fernández es el presidente vitalicio de COPEI, parece. Julio Borges es vitalicio en PJ, Leopoldo claramente es vitalicio en VP, no Guaidó; Henry (Ramos Allup) es eterno en AD. Yo creo que AD desaparece y Henry sigue allí. Así tenemos entonces “Guaidó forever”, lo cual tampoco es sano, que será utilizado por el chavismo con la misma fuerza de los hechos, porque ahora estamos atados a un personaje que muchos venezolanos sienten que no ha dado la talla, pero allí está. El chavismo entonces, alegremente afirmará que el presidente (Guaidó) no hace milagros, por lo que cualquier otro liderazgo en la oposición se tiene que coordinar con Guaidó.
El hecho podría ser que él se encontrara bajo alguna presión; el solo hecho de permanecer en Venezuela ya supone una gran presión, y no actúe con la misma libertad que un miembro de su partido que esté en Washington, Bruselas o Berlín. En cuanto al talento personal de liderazgo, se aprecia que un líder dentro de VP ha puesto a otro líder, lo que debilita al último. Entonces, si no hay elecciones, no hay posibilidad de renovar el liderazgo de la AN, no hay posibilidad de renovar con elecciones el liderazgo de la oposición en su conjunto; lo cual es lo que el chavismo busca: afectar la legitimidad del liderazgo de su opositor, de los demócratas, lo que desemboca en otro político eterno, que forma una entropía donde la vida sana, política y democrática se atrofia cada vez más. Y eso no es culpa de Juan Guaidó. Esa es la manera cínica y muy sofisticada como juega el chavismo con una oposición que maneja, por medio del dinero, entendiendo que cualquier actividad política en cualquier parte del mundo cuesta dinero.
Mencionó que no le extrañaría que en los próximos días, más diputados y dirigentes tuvieran que salir del país a causa de la persecución política, y una de mis preguntas, va por ese lado. ¿Le parece viable que la dirigencia opositora en pleno, o mejor dicho, aquella que compone el gobierno interino, o la que compone la AN, se reubiquen todos en el exilio para así desempeñar sus funciones sin la persecución del régimen?
Una recomendación muy importante es no acusarse mutuamente por estar en el país o no. Todos los días lees tweets donde alguien fuera de Venezuela es dejado de lado, por decirlo así. Eso no funciona. Muchos talentos están fuera, y es muy probable que, jugadores claves, que hoy todavía vemos no tanto en las calles, pero que suponemos que están en Venezuela se vayan a acabar. El play-book que se ha visto en muchos regímenes, degradados de lo político hacia lo criminal, es que juntan lo electoral con la persecución pura y dura, además de la tortura.
La próxima ola se dará al mismo tiempo en que tendrás a una izquierda internacional que elogia la apertura a elecciones de Maduro, pero que se hacen los ciegos ante la tortura. Va a pasar el mismo día a la misma hora y en la misma ciudad, que quieran invitar y convencer gente para que voten por el resurgir del país, por Maduro, para superar el COVID-19, para reconstruir hospitales, abrir el país, superar sanciones del malvado régimen del norte; y al mismo tiempo torturan gente, especialmente del sector militar.
No hay, entonces, cosa más barata y más impactante que el ejercicio del poder por medio de la tortura, porque siempre encuentras un torturador, siempre tienes un loco que quiere, puede y sabe cómo hacerlo, y que mejora sus artes torturando cada vez más personas. Eso es casi gratis, pero el impacto de la persona torturada sobre todos los demás con miedo a ser torturados es increíble, los cubre a todos a un bajo costo, y para un régimen que, financieramente no le queda mucho, se va a apegar a esto: elecciones y torturas.
¿Qué opina del marco para la transición en Venezuela que ha propuesto el gobierno de EE.UU?
Hemos leído libros y capítulos largos sobre qué puede pasar en Estados Unidos, y la verdad es que no lo sabemos. Ellos tienen quizás medios, pero al parecer, no tan buenos para saber qué pasa en Venezuela, por lo que es preocupante el nivel de información que puedan tener allá. Eso sería otro consejo. Si armas una operación militar, piensa mucho si puede funcionar. Usa tu criterio como político de intentar evaluar si alguien te ofrece tumbar a Maduro, efectivamente tiene los medios para hacerlo. Eso es una enorme responsabilidad para un político demócrata que ni siquiera sabe manejar una pistola, que consiste en evaluar si una operación militar diseñada por alguien tiene una esperanza de éxito.
Lo que yo veo en la política norteamericana, es que esta tiene un rendimiento o efecto positivo si tú opinas sobre Venezuela, si tú dices cosas muy duras contra Maduro, pero es suficiente hablar, y no tienes que hacer nada. El mismo Trump afirma que no son la policía del mundo. Solamente cuando nuestra propia seguridad se ve afectada, es cuando vamos a actuar. ¿Pero cómo actúan? Extradición, una cárcel en Florida, un proceso muy largo y después una cadena o mayor extracción de información, pero en fin es una estrategia de contención, y no de cambio de régimen.
¿Qué quiere decir contención? Significa que esos “malandros” siguen manejando Venezuela y los países vecinos y los mecanismos de vigilancia de EE.UU. se aplican para frenar actividades que puedan afectar su territorio propiamente, como es el caso del narcotráfico, igual que en Europa, aunque es bien sabido que todas estas naciones llevan décadas conviviendo con el narcotráfico. En la UE los últimos años han sido los de mayor número de capturas, de lo cual, mucho pasa por Venezuela, al ser el aparato del Estado el que provee las condiciones para el tráfico de drogas, lo que ha aumentado el volumen de manera muy grave. Entonces los europeos poseen un claro interés al notar que el gobierno en Venezuela se dedica al narcotráfico y EE.UU. desde el punto de vista del terrorismo.
Recientemente, la dirigente opositora María Corina Machado planteó una operación de estabilización y paz para Venezuela. Fue un planteamiento que realizó principalmente para la opinión pública internacional, y a los gobiernos que apoyan la causa democrática venezolana. Básicamente ella pedía que se fuera un poco más allá de lo que ha sido la política de presión sobre el régimen chavista, consistente en sanciones principalmente. ¿Ha tenido posibilidad de revisar ese documento y qué piensa al respecto?
Allí hay muchas verdades, hay que plantearlo así, sin duda, y es muy importante estructurar los planes de acción propios para ese escenario también. Otro consejo es que si alguien ofrece ayudar a quitar a Maduro y tienes razones lógicas bien estructuradas y fiables de que eso realmente puede funcionar, debes decir que sí, por lo que serías un traidor a la patria si la niegas. El mismo Simón Bolívar es buen ejemplo de evaluar si la ayuda externa puede apoyar y ver si la misma se acepta. A fin de estructurar esa línea de acción, es necesario analizar planes como el de María Corina Machado, que todavía no es suficiente, y que me temo, va al vacío porque el otro que se arriesga por ti, debe ver por qué lo hace.
Veo que es una gran tragedia para millones de venezolanos, para la totalidad, a salvedad de una cúpula mínima que abusa del resto de la población, esto es una tragedia de magnitudes. Es hoy la segunda población más grande del mundo, detrás de Siria, que está huyendo de su propio país. Pero en Siria tampoco han quitado al gobierno. ¿Cómo van a quitar al gobierno de Venezuela si esta en toda su historia ha sido infinitamente más pacífica que Siria?
Yo creo que estos planes de “pedir la pizza” son una tontería. Eso no existe porque los países cuando ponen acción militar, y ponen muertos de su lado, tienen que saber para qué. Eso es el interés propio, y no veo a un político norteamericano con la claridad para ello. ¿Qué le recomiendo? No te metas donde no veas que sales bien parado. Esos dos mensajes son muy tristes para los venezolanos, pero pienso que solamente basados en análisis muy realistas podemos encontrar soluciones factibles.
Ya casi año y medio de la juramentación de Juan Guaidó. En ese momento hubo un rebrote de entusiasmo ciudadano, porque se pensó que finalmente la dirigencia opositora había dado con un plan para precipitar una transición. Año y medio después no ha habido ninguna transición y hay mucha frustración y decepción entre la ciudadanía. ¿Qué ha fallado, a su juicio, en la estrategia para propiciar una transición en Venezuela?
Bueno, creo que eso se deberá dejar para el futuro, cuando sepamos más sobre el 30 de abril de 2019, donde vimos a militares en la calle, que después quedaron en el aire. Es muy complejo lo que salió mal allí. Si algo nos enseña el libro de Bolton y su capítulo para Venezuela es cómo los procesos políticos también en Washington son muy frágiles, y es muy fácil: llevas un anillo o no llevas un anillo y ya es un problema, y cosas por el estilo. Se requiere más seriedad. Obviamente la campaña electoral que veo actualmente en EE.UU. me da aún más tristeza porque no veo que pueda salir algo positivo para Venezuela.
Creo que se han hecho grandes esfuerzos en Venezuela y hay situaciones donde no puedes culpar a nadie, porque sobrepasan al liderazgo, por lo que resulta un error empaparse en esas esperanzas del milagro del líder que tanto ha sido entrampado por el chavismo.
La mayoría de los involucrados en la crisis venezolana señalan que la salida ideal es algún tipo de negociación, aunque es muy evidente que en este momento no existen las condiciones para tal cosa. ¿Qué hace falta para conseguir esa negociación? ¿Acaso mayor presión interna como externa o mecanismos más eficaces de justicia transicional?
¿En qué momento hubo negociación más o menos exitosa en Colombia? Cuando las FARC estaban derrotadas. Estamos muy lejos de una derrota de la tiranía en Venezuela. Quizás la oposición está derrotada y quiere negociar algo. El problema es que no hay una transición posible porque esta oposición no tiene nada que ofrecer al gobierno, más que la sola impresión de negociación que permita a estos “malandros” presentarse como civilizados y políticos, y no lo son. Por eso, lo único que quieren de esta oposición es que alguien venga a negociar algo; y por supuesto van a prometer algo, porque es lo que buscan. Ellos siempre mandarán a alguien que diga a la oposición que esta negociación será propicia. Entonces algunos con esperanzas y otros con la fantasía de convertirse en los héroes y ganar un premio Nobel de Paz.
Pero objetivamente, ¿qué le puede ofrecer esta oposición a Maduro que está dispuesto a todo? Hoy 29 de junio, aniversario de la muerte del Capitán Acosta Arévalo, es necesario recordar que el chavismo está dispuesto a todo para mandar un mensaje; eso es lo que hay tener en mente al momento de discutir una posible negociación. Eso significa que, primero que nada, la correlación de fuerzas debe cambiar.
Para derrotar a la tiranía, la negociación sí se dará. Todo ser humano conversa, y cualquier transacción humana se asimila a una negociación. Es decir, es demasiado sencillo decir “no negociar” en todo momento, y también es sencillo y tonto decir “solo la negociación”. La vida siempre es más complicada. Si no hay coche para comprar, no hay nada que negociar. Nada es eterno. En algún momento se necesitará conversar cómo reparar los grandes daños que esta tiranía ha hecho y sigue haciendo a Venezuela.
Para muchos en Venezuela, la UE es una suerte de aliado dudoso de la causa democrática venezolana, porque sienten que en todo momento actúa de forma tardía en torno a la presión sobre el régimen, con respecto a EE.UU. Quizás para alguien que vive en Europa y sea más conocedor de cómo funcionan las cosas en el Viejo Continente sea más fácil entender esto. ¿Qué opina del desempeño en general de la UE recientemente ante la situación venezolana?
Hay un trabajo muy insistente y coherente por parte de políticos venezolanos, llevado a cabo durante años, lo cual es algo admirable y que hay que reconocer. Pero este mismo documento de hoy establece que la UE rechaza cualquier injerencia militar directa en Venezuela, y la misma sanción se puede analizar de este lado. Si estás muy de acuerdo con que se haga algo con fuerza militar desde fuera de Venezuela, como me parece razonable pensarlo, entonces este documento de la UE no es ningún avance, sino un paso más en todos los esfuerzos que pretenden bloquear la vía militar.
Si ya EE.UU., y no hace falta ir al libro de John Bolton para saberlo, es muy complejo; imagina ahora la UE con gobiernos de izquierda dentro de sí, parlamentarios de izquierda, chavistas, gente comprada por los chavistas… todos ellos se mueven en Europa también. Lo que se logra con mucho trabajo chiquito y con mucha paciencia ya es algo.
Yo soy alemán, y tenemos que ser muy cuidadosos en Europa para cubrirnos del calificativo del “Imperialismo Alemán”. Muchos europeos ven que Alemania es uno de los países más fuertes y quizás se podría llegar más lejos con menos países. En ese caso, ya no es la UE, y no tiene ese peso. Hay que vivir con las condiciones que rodean a Venezuela. Creo que lo que se ha hecho en el caso venezolano es mucho y admirable. He sido muchas veces testigo de lo difícil que es avanzar procesos de este tipo en Europa, y se ha logrado algo, vale mencionarlo. También hay que cuidar a estos políticos venezolanos que han logrado esto. Algunos están ya en Europa, y estoy seguro que vendrán más, porque creo que la persecución va a arreciar y las elecciones parlamentarias que la tiranía plantea son una cobertura para una ola de persecución que veremos en las próximas semanas.
Hablemos un poco del libro de John Bolton, ex Asesor de Seguridad del presidente de EE.UU., Donald Trump. En ese libro, Bolton establece que Trump pidió considerar una opción militar sobre Venezuela, y que el mismo Bolton, junto a otros asesores, lo disuadieron de lo contrario. ¿Es este escenario creíble, considerando que, hasta el momento, es solo la palabra de John Bolton?
Como historiador, prefiero que todos los que escriben libros, se mueran, y ya después de muertos, leemos todos los libros que escribirán sobre ellos. Actualmente tenemos una visión parcializada, escrita evidentemente para dañar la imagen del presidente Trump en medio de su campaña electoral y yo valoro de momento a este libro, como un capítulo chiquito en una campaña electoral, y nada más. Lo aparto y lo leeremos otra vez en 10, 20, 30 años y así sucesivamente, ya que así trabaja un historiador.
Lo primero que hace un historiador es no creer nada de lo que te dicen ahora, y esa es mi profesión, y por eso no sé qué pasó allí. Lo que sí sabemos todos es que no hicieron nada al final. Y si hubo una disposición del presidente Trump de hacer algo, aparentemente fue muy fácil convencerlo de lo contrario. Eso me dice que todo es muy frágil, no es ninguna sorpresa y no necesito ningún libro para saber que estas cosas son complicadas.
Nuevamente digo, ¿dónde estaría el interés suficientemente grande de EE.UU. para correr un riesgo de ese tamaño cuando un gran argumento de campaña presidencial de Trump en West Point, fue decir que no iban a ir a guerras tontas que no sean suyas; que, por el contrario, iban a pelear sus guerras. Y eso es totalmente legítimo. Los americanos votan sus presidentes y me parece perfecto, como también espero que sean muy pocas las guerras en que EE.UU. diga: “esta es nuestra guerra”, incluyendo la crisis venezolana. Sería muy bonito que se pudiese resolver sin necesidad de esto, pero no veo que sea posible un gran cambio sin lo mismo.
Hablando de EE.UU. y el entorno actual de campaña electoral: Si Donald Trump perdiese las elecciones y el próximo presidente resulta ser Joe Biden, ¿cómo afectaría ese cambio en la Casa Blanca la política de EE.UU. hacia Venezuela?
No lo sé. No me puedo atrever a anticipar qué ocurre allí. Podemos observar que hay una izquierda en el mundo, así como una derecha. En Rusia, hay quien piensa que Putin es, de alguna manera, de izquierda, lo cual es totalmente sin sentido. Lo que le gusta es cierto tipo de gobierno, usualmente débiles, que necesiten el apoyo de una nación como Rusia, pero creo que no solo en EE.UU. existe una izquierda complaciente con Cuba, que en estos días, donde dicen “Black Lives Matters”, el gobierno de Cuba es profundamente racista, es una élite blanca que utiliza a la población cubana afrodescendiente en un estado de esclavitud, lo más racista que hay. Y hay parte de esta sociedad norteamericana y otros movimientos de izquierda en el planeta, que apoyan a este entramado.
La influencia de estos grupos, algunos bien intencionados, otros ya no tanto, podría aumentar y no es un buen mensaje para Venezuela. En EE.UU. han sido muy falsos esos intereses, y noviembre sigue estando muy lejos, especialmente por la pandemia del COVID-19, por lo que es muy difícil predecir qué ocurrirá en las elecciones norteamericanas.
El escenario en Venezuela es desolador. Existen fallas drásticas en los servicios básicos. La vida del venezolano es muy dura. Solamente sobrevivir es muy difícil; y en ese entorno, ¿tiene sentido que el venezolano siga apostando por la movilización política?
Creo que este estado permanente de movilización, o como lo viví directamente en Caracas cuando viví allí entre 2008 y 2013, donde tragué lacrimógenas y por eso mi avatar en Twitter con la foto del Dr. Hernández con la máscara antigás, refleja mi experiencia.
Creo que esto no es posible por lo mismo que tú dijiste. No espero y creo que para un liderazgo político sería demasiado pedir a la población venezolana, en estas condiciones, que se exponga a ese tipo de marchas. Si yo recuerdo de estas marchas a quien saludé alegremente en la Plaza Altamira, en el este de Caracas, a esa misma gente la tendría que saludar en Washington, Miami, Madrid, Ciudad de México y no podrían estar conmigo en las mismas marchas. No hay que subestimar que 6 millones en el exilio son gran parte las que participaron en estas movilizaciones.
La famosa defensa del voto se componía de varias decenas de miles de personas que protegían el voto todavía en las parlamentarias de 2015, y que hoy, muchos luego de tiempo en prisión, están exiliados. No creo que sea factible. Lo que sí creo es que cuando esto se venga abajo, las calles van a estar llenas, primero en plan de lucha y luego en plan de fiesta y espero poder participar de ambas.
¿Es usted optimista sobre el futuro de Venezuela?
Yo escuché muy bien la respuesta que te dio ayer el profesor Hernández. Creo que él va a ser juez del tribunal constitucional en una Venezuela libre. Entonces debe ser muy equilibrado como buen juez que no se inclina hacia ninguna de las vertientes. Yo no soy así. Yo te digo muy de frente que soy muy pesimista, y creo que esto es el mejor servicio que uno puede rendir a la comunidad: decir sin filtro, como es posible en un medio así, decir lo que piensas; que es muy importante también para la cohesión, dado que es muy importante compartir lo que sentimos, ya que al final es una pasión y un sentimiento de comunidad que nos une. Todos nos tenemos que cuidar y tomarnos el tiempo, tanto los que están dentro como fuera de Venezuela.
Cuando lo ves negro, llámalo así; no digas que es un negro claro. En este momento la cosa es negra, y solamente aprendiendo a actuar en función de esto es posible llegar a soluciones. El pesimismo no significa inacción. Esto es un tema existencial y espiritual. ¿Cómo podemos seguir siendo activos en esto? Respeto mucho a aquellos que toman la decisión de dejar el país. Condenarlos por elegir este camino es un error. Sé también perfectamente que hay muchísimas razones para quedarse, por ejemplo, los viejitos… muchos gracias a Dios tienen a mamá y papá allá y no se pueden abandonar; junto con otro sinfín de razones muy nobles que determinan la otra opción.
Eso es algo muy privado y creo que es algo que, ante esta perspectiva tan negra, se debe respetar las decisiones de los demás, así como buscar los puntos en común, para así seguir actuando, mantener la conversación, seguir sintiendo y de allí, avanzar. Creo que eso es lo que han hecho las personas que han vivido la resistencia contra una tiranía.
Como historiador que soy, te digo que han sido generaciones y generaciones en todo el planeta que les tocó esto, por lo que los venezolanos tienen que buscar activamente los testimonios de las otras tiranías y dictaduras, y cómo se han logrado sobrevivir y vencer. Pienso que ambas cosas son posibles en Venezuela.